Mi piel huele a verano. Huele a baño de sol, a salitre y a crema protectora. Primer día de ese deseado puente de Semana Santa, sol espléndido, un poco de levante pero soportable. Una charla de una hora con Dobby dando buenas noticias y actualizando las anécdotas y paseo a la playa. La playa repleta, el mar limpio aún. Niños en bañador, señoras paseando, locas en topless y digo locas porque yo llevo piratas y sudadera y tengo un poco de biruji, solo cuando apreté el paso me liberé de la sudadera.. Largo paseo por la playa desde Las Redes hasta la Calita de Puerto Sherry, ambas en el término municipal de El Puerto de Santa Maria, primero por la arena seca por timidez, luego dejando que las olas que mueren en la orilla te mojen los pies. EL agua esta algo fría pero te revitaliza y te hace apretar el paso. Hay chicos y chicas que se atreven a bañar y pequeños en traje corto de neopreno y niñas con bañadores de Hello Kitty que no temen al frío y se adentran unos pasos en el mar o juegan a huir de las olas. Niños que hacen castillos en la arena o vuelan cometas. Olor a verano en mi piel, a mar, a calor deseado y un suspiro y un poco de pena que se escapan y pienso: Cangrehito I wish you were here. Y de repente un mes se me antoja largo.
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